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UE: Josep Borrell rechaza la existencia de la RASD
Lunes 7 de marzo de 2022, por
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha reiterado la posición de la Unión Europea (UE) sobre el no reconocimiento de la seudo "rasd" y la cuestión del Sahara marroquí.
"Ninguno de los Estados miembros de la UE reconoce la rasd y la participación en la Cumbre (UE-UA) no cambia la posición de la Unión Europea y sus Estados miembros", escribió Borrel en una respuesta a un eurodiputado, publicada en la página web del Parlamento Europeo.
"Esto no tiene ninguna repercusión en la posición de la Unión Europea", insistió, señalando que la posición de la UE sobre la cuestión del Sáhara es bien conocida y permanece sin cambios.
La Unión Europea, añadió, "apoya firmemente los esfuerzos del secretario general de la ONU y de su enviado personal Staffan de Mistura para proseguir el proceso político destinado a lograr una solución política justa, realista, pragmática, duradera y mutuamente aceptable para la cuestión del Sáhara (...) sobre la base de un compromiso y de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en particular la Resolución 2602 del 29 de octubre de 2021.
En una pregunta dirigida a él en vísperas de la cumbre Unión Europea-Unión Africana celebrada los días 17 y 18 de febrero en Bruselas, el eurodiputado Tomáš Zdechovský subrayó que la presencia del Polisario es contraria a los valores y principios de Europa en materia de Derechos Humanos y democracia. Recordó a este respecto la situación de los campamentos de Tinduf controlados por el polisario, escenario de numerosas violaciones de los Derechos Humanos y que se han convertido en un caldo de cultivo para el reclutamiento de jóvenes por parte del crimen organizado y las redes yihadistas que operan en la zona sahelo-sahariana.
Esta situación, advirtió el eurodiputado checo, agrava la inestabilidad de esta región estratégica para la UE, cuestionando cómo la UE puede acoger a los líderes del grupo separatista polisario, apoyados y armados por Argelia, algunos de los cuales, además de malversar fondos europeos, están siendo procesados en un Estado miembro de la Unión Europea, por crímenes atroces como violación, secuestro, tortura, ejecución y usurpación de identidad.