Portada del sitio > Deportes > Todavía hay tanto racismo en los estadios italianos
Todavía hay tanto racismo en los estadios italianos
Sábado 28 de septiembre de 2019, por
La lucha contra el racismo parece tener un futuro prometedor, sobre todo en Italia, mientras que en otros países se están notando mejoras. Como prueba, a causa de los gritos racistas contra el brasileño Dalbert, el partido Atalanta Bergamo-Fiorentina fue interrumpido por unos minutos el domingo pasado. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, no ocultó su descontento con el caso italiano.
En los estadios italianos, la disminución del fenómeno del racismo no es para mañana. Y no es el Presidente de la FIFA quien dirá lo contrario. Según este último, la situación no se ha "mejorado" en Italia.
Invitado a aparecer en el canal Rai2, Gianni Infantino no ocultó su molestia ante el caso italiano: "El racismo se combate a través de la educación, condenándolo, hablando. No se puede aceptar el racismo en la sociedad y en el fútbol", declaró.
En efecto, poco antes, el partido Atalanta-Fiorentina fue interrumpió durante unos minutos después de gritos racistas dirigidos a Dalbert, el lateral brasileño del club florentino, dijo la AFP.
El medio de comunicación añadió que el ex jugador de Niza se quejó al árbitro del partido, Orsato, que interrumpió el partido y pidió que el orador del estadio emitiera un mensaje. Este mensaje no fue muy bien acogido en el estadio.
Este comportamiento del público ha enfurecido al Presidente de la FIFA: "Debemos identificar a los responsables y echarlos de los estadios. Necesitamos sanciones claras, como en Inglaterra. No debemos tener miedo de condenar a los racistas, debemos luchar contra ellos hasta el final", dijo Infantino.
El belga del Inter de Milán, Romelu Lukaku, y el marfileño del AC Milan, Franck Kessie, ya han sido víctima de gritos de mono, sin que se haya impuesto ninguna sanción, desde el comienzo de la temporada. Otros casos de racismo contra jugadores el año pasado, como Blaise Matuidi, Kalidou Koulibaly y Moïse Kean.