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Los motivos de la participación de Marruecos en la cumbre árabe sobre Irán

Lunes 28 de marzo de 2022, por Bladi.es

Nasser Bourita, ministro de Exteriores, Cooperación africana y MRE, participa en la cumbre del Neguev sobre los desafíos regionales y la amenaza iraní en la región. ¿Cuáles son los motivos de esta participación?

La Cumbre histórica del Neguev inició este domingo 27 de marzo de 2022. Los ministros de Asuntos Exteriores israelí, emiratí, bahreiní, marroquí, egipcio y americano participan en este encuentro internacional en que se debatirán los desafíos regionales y la amenaza iraní en la región. ¿Qué puede justificar la presencia de Marruecos en la cumbre del Neguev?

Desde el 1º de mayo de 2018, Marruecos rompió sus relaciones diplomáticas con Irán, cerró la embajada y expulsó al representante de la República islámica en Rabat debido al Sáhara marroquí. Mientras que Marruecos propone una iniciativa de autonomía para el Sáhara – plan que recibió el apoyo de varios países – Teherán se alinea con el Polisario, protegido por Argelia, y que reclama un referéndum de autodeterminación bajo la égida de la ONU. El jefe de la diplomacia marroquí justifica la ruptura de las relaciones de Rabat con Teherán por el apoyo del Hezbollah, aliado de Irán, al Polisario a través de suministro de armas vía la embajada en Argelia.

En un comunicado, la Liga árabe confirmó las informaciones, evocando “el armamento por Irán de los separatistas, amenazando así la seguridad y la estabilidad de Marruecos”. “Estas prácticas peligrosas e inadmisibles constituyen una continuación de las acciones del régimen iraní con el fin socavar la seguridad y la estabilidad en la región”, añadió la misma fuente.

Entre Rabat y Teherán, las relaciones nunca fueron simples. En 1979, tras la revolución islámica, se han ido deteriorando. El rey Hassan II había condenado a los jefes religiosos que se apoderaron del poder en Irán, aun obligando el shah Reza Pahlavi al destierro. En los años 1980, las relaciones entre los dos países se deterioraron por completo cuando Teherán reconoció el referéndum de autodeterminación reclamado por el Frente Polisario.