Marruecos registró un crecimiento "relativamente estable" en los últimos años

"La tasa de crecimiento ya no depende mucho de la volatilidad de la actividad agrícola, que se ha visto afectada por la sequía desde hace años, sobre todo en 2019", lo que refleja el desarrollo que han experimentado varios sectores productivos, sobre todo el automovilístico y el aeronáutico, que han contribuido a la estabilización del crecimiento económico, señala el informe.

En 2019, el Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo un 2,5%, tras incrementos respectivos del 4,2% y el 3,1% en 2017 y 2018. Esta evolución se explica, por un lado, por la caída de la demanda externa dirigida a Marruecos y la ralentización del flujo de inversiones extranjeras directas (IED) en un contexto internacional marcado por las tensiones geopolíticas.

Por otra parte, esto se debe a la disminución del valor añadido agrícola en un 5,8%, lo que se traduce en una disminución de la renta y de la demanda interna, sobre todo en lo que respecta a la población rural. Este descenso fue compensado por la continua mejora del valor añadido de los sectores no agrícolas, que registraron un aumento del 3,8% en 2019 frente al 2,9% de 2018.

Tras una contracción prevista del 6,3% en 2020, bajo el efecto de la crisis sanitaria relacionada con el nuevo coronavirus, la economía marroquí debería crecer un 5,3% en 2021, según el documento,que señala que el impacto de la crisis sanitaria en los resultados económicos de Marruecos es relativamente limitado en comparación con otros países de la región.