Flor comestible: Marruecos, el gran competidor de Francia

En Niza, un mercado poco extendido está en auge. La flor comestible está creciendo a satisfacción de los actores involucrados en esta cultura. "Nuestro negocio principal es servir los restaurantes de alta gama, cuyos chefs están siempre un paso por delante de las tendencias. Al hablar con ellos, viendo las revistas, nos dijimos que hay una demanda de la flor comestible", cuenta Mireille Auda, 58 años, una agricultora local, a Challenges. La comercialización de sus cajas de flores representa el 10% de su volumen de negocios.

Sin embargo, la flor comestible por sí sola no puede salvar el sector hortícola. "¡Sigue siendo un mercado poco extendido, no un mercado! Lo hicimos para rejuvenecer nuestra imagen, pero durante años perdimos dinero", dice Aurélie Tourlourat, técnica del Centro de investigación y experimentación agrícola mediterránea (CREAM, en su sigla francesa) de la Cámara de agricultura de los Alpes Marítimos. Los grandes competidores son Marruecos e Israel.