Raï derriba la frontera entre Marruecos y Argelia

El cierre de la frontera entre Marruecos y Argelia claramente no ha arruinado las relaciones entre los dos pueblos. En el sector cultural, todavía hay puntos en común que mantienen unidos a estos dos países.

En un artículo publicado sobre Marianne, el escritor Tawfiq Belfadel habla sin rodeos sobre el tema. Según él, "los marroquíes y los argelinos son dos pueblos que se aman mucho porque es suficiente para declinar su identidad argelina en Marruecos para ver los abrazos y dulces palabras que los marroquíes te ofrecen". Este amor se manifestó en la última Copa Africana de Naciones, donde los marroquíes apoyaron y defendieron al equipo argelino cantando el lema "khawa khawa" (somos hermanos).

Pero la música raï sigue siendo el elemento unificador de los dos pueblos. El escritor señaló que el festival internacional de raï ha tenido lugar durante años en Uchda. Y, en Saidia y Uchda, dos ciudades marroquíes, el raï argelino es aceptado por todos, sacralizado hasta el punto de que el visitante pensaría que estaba en Orán. Mejor aún, esta música se reproduce en discotecas en Casablanca, Fez, Marrakech o Tánger, etc. en tiendas, en coches, en los callejones de los zocos, en smartphones...

Para Tawfiq Belfadel, raï es un puente de amor y fraternidad entre marroquíes y argelinos, que borra la frontera y sus malas consecuencias en las conciencias de ambos pueblos. El escritor cree que la frontera es una ilusión, un producto de la geopolítica.