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Marruecos: un gigante diplomático que sepulta a Argelia y al Polisario

Lunes 14 de diciembre de 2020, por Bladi.es

El reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sahara marroquí por Estados Unidos es un el fruto de una diplomacia activa, que desde tres décadas ha puesta en marcha Marruecos a través de una red de alianzas regionales e internacionales, desbancando una vez por todas al Polisario y a su aliado histórico, Argelia.

Un consenso regional e internacional entorno a la cuestión del Sahara no habría sido posible sin el andamiaje de una diplomacia atractiva y de seducción ideada por Marruecos respecto de sus socios estratégicos, informa El País que califica a Marruecos de fuerza diplomática tranquila.

En suma se trata de una cuestión de posicionamiento que ha sabido llevar a cabo Marruecos desde tiempos de la guerra fría, en los que el entonces difunto rey Hassan II supo hacer de su país el foco de la mirada del mundo occidental como uno de sus aliados en un Magreb, que era casi un nido de dictaduras revolucionarias, india el rotativo, al subrayar que esta diplomacia de propulsión y de cuidado de imagen se consolidará con el rey Mohamed VI que concretará un serie de acciones de las cuales mencionamos las más relevantes.

A nivel continental, Marruecos reintegra la Unión Africana y emprende una serie de viajes de reconciliación con países subsaharianos. En el Próximo y Medio oriente, si bien no tiene relaciones diplomáticas con Israel, ha mantenido el reino lazos discretos con el país hebreo, llegará a granjear la admiración de las monarquías del golfo pérsico. Para el gran occidente en su lucha contra el terrorismo, Marruecos por promover un islam moderado, tolerante y abierto se perfila como el mejor socio, sin olvidar la inmigración legal donde se ha ilustrado como un aliado con quien se ha de contar.

En suma todas las ramificaciones de la energía diplomática fulminante de Marruecos le han permito conseguir el retiro del apoyo de 41 países que defendía la causa saharaui, y tener siempre el respaldo de Francia tanto en el Consejo de seguridad de la ONU como en la Unión Europea, pudiendo ser el reconocimiento de su soberanía sobre el Sahara por la primera potencia del mundo, la consecución sustentadora de un trabajo muy ordenado, que ha terminado sepultando a Argelia y al Polisario en su designio común.