Los chiítas marroquíes celebran Ashoura con total discreción

Los chiítas marroquíes celebraron Ashoura discretamente el lunes 9 de septiembre en las casas y villas de Tánger, Meknes y Casablanca, sin ninguna intervención de las autoridades para prohibirles los ritos de "luto y consejo donde se alaban las virtudes de Ahlul Bayt", cuenta Assabah.

Es una celebración que dura los diez primeros días de Moharrem. Fue marcada por un ritual dominado por el dolor por el "asesinato de Al Hussein Ibn Ali" en la batalla de Karbala.

Una ceremonia que no difiere de las fiestas chiítas en Irán e Irak, excepto que en Marruecos, tienen lugar en absoluto secreto, donde "las invocaciones husseinitas se recitan organizando una ceremonia de condolencias, escuchando y cantando canciones religiosas", indica la misma fuente.

El diario Assabah informa de que las autoridades han respetado en los últimos años las creencias de los chiítas marroquíes, pero sólo con la condición de que no se practiquen en público.

En efecto, los chiítas marroquíes habían sido prohibidos de acceso al mausoleo, en la región de Meknes, de Moulay Driss Zerhoun, que consideraban antes como su "Padre espiritual". También hay otras restricciones relacionadas con sus prácticas religiosas.

Aunque las autoridades sean flexibles y tolerantes, siguen de cerca las actividades de los chiítas marroquíes, en particular la circulación de libros inherentes a la ideología chiíta o que tienen vínculos con Irán y Hezbolá.