Argelia: se impide la marcha de solidaridad a favor de los agricultores marroquíes

Los habitantes de Figuig declararon el jueves 18 de marzo “día de luto y huelga general” para manifestar su solidaridad con los agricultores y dueños privados marroquíes quienes recibieron la orden de abandonar los campos agrícolas de palmeras datileras ubicadas en la localidad de El Arja, provincia de Figuig, cerca de la frontera entre Marruecos y Argelia. Esta decisión se justifica por una convención marroquí-argelina relativa a la demarcación de las fronteras entre los dos países.

Así, organizaron una marcha de solidaridad pacífica el pasado jueves. La movilización fue exitosa. La marcha tenía por punto de partida el centro Figuig. Mientras que los habitantes de Figuig se acercaban de las tierras de El Arja, un importante despliegue de fuerzas de seguridad argelinas cerró el paso a los manifestantes. La coordinación de los habitantes tuvo que llamar a los manifestantes a volver atrás en dirección de la ciudad.

Esta crisis entre Rabat y Argel provocó la reacción del comité ejecutivo del partido del Istiqlal. “El Comité condena firmemente las acciones de provocación llevadas a cabo por las autoridades argelinas en la frontera con Marruecos cerca de la provincia de Figuig, tras la publicación de una decisión para impedir el acceso a las tierras agrícolas a los agricultores marroquíes quienes las explotaron, a partir del 18 de marzo”, señala el PI.

Por otra parte, el Club de los abogados en Marruecos reacciona y defiende a los cultivadores de El Arja, expulsados de sus tierras bajo orden del ejército argelino. Según él, se abrieron canales de comunicación con las personas afectadas, con el fin de recabar todos los datos y documentos para estudiar las opciones jurídicas disponibles. Esta medida tiene por objeto reclamar una indemnización y llevar una acción judicial ante la comunidad internacional, por medio de la justicia africana y el Tribunal internacional de justicia.

En un comunicado, el club explicó que “la declaración de residentes respecto a la explotación de estas tierras durante más de 30 años hace de ellos dueños de propiedad” privada, conforme a las exigencias de la ley. Para apoyar su argumentación, recuerda que el artículo 827 del código civil argelino prevé que “el que ejerce la posesión de una cosa, mobiliaria o inmobiliaria, o un derecho real mobiliario o inmobiliario aunque no sea propietario o el titular, se convierte en el dueño después de cinco años de posesión sin interrupción de este mobiliario o inmobiliario.