Mujeres activistas en Burkini asaltan una piscina en París

"¡Nos bañaremos, nos bañaremos! ¡Aunque los racistas no quieran, iremos a bañarnos! ". Este es el grito de protesta de un puñado de mujeres activistas feministas y musulmanas. De quince años apenas, llegaron a bañarse en una piscina en París, vestidos con la ropa prohibida: el burkini.

Con canciones y gritos para denunciar el racismo, fueron recibidos, según Le figaro, con miradas a veces divertidas, a veces indignadas por los demás nadadores. En el grupo, también había personas transgénero y hombres.

Al iniciar esta protesta, los manifestantes exigen el acceso a la piscina para "todas las mujeres musulmanas que llevan el velo". Nargesse, de 27 años, dijo a la AFP que exige el derecho y el acceso a todo tipo de ocio sin ser molestado por "barreras islamofóbicas". Para Camille, que tiene 18 años y que apoya la iniciativa, las razones dadas para prohibir el burkini no son válidas.

La protesta fue muy pronto circunscrita por los maestros de baño y la policía que evitaron que degenerara. En efecto, un hombre irritado por la escena mostró su sexo a las activistas, provocando la indignación de las bañistas. La dirección del establecimiento, unos treinta minutos después del incidente, cerró la piscina, obligando a las activistas a retirarse. Dejaron la escena desplegando una pancarta con el eslogan "Piscina para todos, alto a la islamofobia".

El Primer Ministro Édouard Philippe, en respuesta a una protesta de este tipo en Grenoble, consideró que las reglas de las piscinas públicas deben ser respetadas, y que "ninguna convicción religiosa" puede ser tomada en cuenta para derogarlas. Según Le Figaro, el portavoz del gobierno, Sibeth Ndiaye, había condenado las "asociaciones de carácter comunitario" que intentan "imponer" un debate sobre burkini "que no tiene lugar".