Ilias, un inmigrante menor marroquí, decidido a continuar sus estudios en Galicia

“Debo encontrar un empleo, necesito un contrato de al menos doce meses a tiempo completo”, explicó Ilias, un estudiante brillante de 16 años, ya terminó el primer ciclo de secundaria en Marruecos, antes de decidir ir a Galicia en busca de mejores oportunidades. “Pensaba que tendría más opciones de trabajo y estudios”, afirma, al añadir que la integración no fue fácil. “No comprendía la lengua, me sentía extranjero y no sabía qué hacer”, declara el marroquí que fue puesto por la policía en un centro de protección de menores en Coruña.

Actualmente, reside en un centro de menores de la ONG Igaxes en Pontevedra. Durante los tres años que pasó en Galicia, finalizó un ciclo medio y se graduó en ESO. “Es un estudiante muy bueno, tenaz y trabajador” aseguró Pilar Ramallal, educadora y coordinadora de las unidades del centro quien denuncia las dificultades de obtención del permiso de estancia y de trabajo para estos jóvenes cuando se vuelven mayores. Lo que les obliga a vivir una vida ilegal.

“Estoy en busca de una vida mejor, pero a veces, eso parece peor”, dijo. Dadas las condiciones difíciles, Ilias prohibió que su hermano menor se juntara a él. “¿Por qué vendrá si no encuentro empleo? Los jóvenes que vuelven a Marruecos hacen creer que la vida es mejor y agradable aquí, pero no es así”, afirmó precisando que los menores extranjeros llegan a España con muchas aprehensiones y expectativas que siempre, no corresponden a la realidad.

Pero, Ilias sigue optimista y determinado, sea lo que sea. No tiene la intención de darse por vencido y está decidido a luchar con todas sus fuerzas para realizar sus sueños de estudiar y, tal vez, cursar en la universidad. De todas maneras, espera que su situación vaya mejorándose y que obtenga el contrato de trabajo que busca firmemente.